Regreso del exilio
Regreso del exilio
Y bueno, aquí estoy de nuevo, continuando con mis ganas de escribir desde los catorce años. Ya sea de una manera intermitente o no, ahora es el momento. Ha pasado de todo, no pensé que la vida fuera tan volátil, tan frágil y dura a la vez. De igual manera que la lluvia en la ciudad de Bogotá, han llegado y se han ido personas de mi vida. Algunas con más intensidad que otras, dejando más huella que otras.
Han influido muchísimo en mí, no lo puedo negar, pero también ha sido algo malo; me ha mantenido alejado de esto. De escribir. De las letras. Y no, no debe ser así. Todo este tiempo he acumulado tanto, pero tanto dentro de mí, que es dañino. Me genera aversión. he debido saciar esa necesidad de escribir tan pronto la sentía. Eso explica mi asqueroso insomnio, o el no poder tener la pierna quieta al estar sentado. Es algo que necesito expulsar de mí, no puedo medirlo. (aunque si pude cohibirme de ello y me fue mal.)
Ya no puedo huir.
Aquí estoy, de vuelta. Desde un
lugar aún más profundo que mis propias entrañas llenas de amor y odio. Escúpeme,
mastícame, ódiame, recomiéndame. Pero quiero estar presente en ti, desconocido.
He vuelto.
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