Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2020

Vestido de Flores

¡Florece! A las seis de la tarde corría yo, por la Avenida Caracas con 22, a toda velocidad. Nadie me podía detener. A veces solía dejarme llevar por ese instinto obsesivo que tenía con la chica del vestido de flores, queriendo encontrarla de nuevo. Todavía me cuesta creer que fue nada más que un sueño .  Todo comenzó, cuando una noche cualquiera en la Bogotá fría y triste de costumbre, en la estación de la 76 con Caracas se sube aquella mujer que me despierta de mi letargo de aburrimiento. Diez y media de la noche. Rubia. Chaqueta de cuero. Medias veladas negras. Vestido de flores . Con una elegancia y un perfume que te distraen de lo que sea que estés haciendo. No dejo de mirarla, pues además de su belleza, !Esto parece una obra de arte! En un Transmilenio lleno de pordioseros, vagabundos, desahuciados, matones y gente sin rumbo alguno, ver aquella chica del vestido de flores hace que brille la miseria de este bus repleto de perdedores, como yo . Estoy tan perdido en su mir...

Verónica, la trascendental

¡Verónica no ha muerto! ¿En serio creyeron que Verónica iba a suicidarse al final del puente? No, se han equivocado. Ella existe. Ella no muere. Ella está aquí. Ya sea en la 22, en la Jiménez, en la avenida Caracas, en mi imaginación, en mi cabeza. He visto a Verónica saliendo del agua, llena de basura, de mugre, levitando entre los indigentes y los jóvenes alcohólicos del Parque de los Periodistas. Todos están atónitos, no pueden creer que la realidad de mi cabeza se mezcle con la imaginación del mundo ¨ real ¨. ¿Alguna vez has pensado hasta qué punto todo llega a ser real ? ¿Y si lo que es real para ti, para mí no lo es? ¿A quien le hago el reclamo? Voy a sacarme los ojos con una cuchara y ponérmelos de vuelta, al revés. Ese es el mantra de nuestra salvadora Santa Verónica. La gente lo está comenzando a hacer. Si, con los ojos ensangrentados y al revés, es hermoso ver la sonrisa que todos dibujan en sus rostros, es increíble. ¨No es tan difícil, solo debes confiar e...

Infinitamente Azul

Blue, hasta luego! Eran las 7 de la noche. O las 8, o las 9, no sé. Cuando realmente estás feliz lo que menos importa es el tiempo. Todo comenzó de noche, un brindis de cervezas y un beso robado. A veces recuerdo lo que sucedió, lo que destruí. Llegaste de una manera sonriente y feliz, dando piruetas y todo. Te destruí. Siempre quise saber como diferenciar un capricho de una sensación real. Recuerdo que eras frágil, pues estabas hecha de espejos, pero en pedacitos pegados a punto de romperse.   Si, digo espejos porque era un reflejo a mí mismo. No me importa la maldición de los 7 años de mala suerte por ver mi reflejo ante ti, valió la pena. La sensación de velocidad al ir a buscarte , al perseguirte en este mundo de estrellas fugaces que te hieren y te distraen, fue siempre muy divertido. Me sentía realmente libre, yendo a donde me llevaba tu mirada. Fueron 453 días que se sintieron como 453 años. Pasó de todo. Sigue tu rumbo, a pesar de seguir destruida. Germina, f...

Ego Death

Muerte del Ego y demás Somos dioses . Tenemos el poder de crear y destruir. Siempre quise creer eso, que mi ego era tan grande que podía llegar a ser un Dios, yo mismo, siendo el amo y señor de mi percepción, en la cual hago lo que me plazca en esta realidad. Siempre tuve esa convicción, y esa misma terquedad me llevó a favor y en contra de muchas cosas en mi vida. Hasta que llega algo, más poderoso que tú mismo, más grande que tu Dios egocentrista creado de tu mismo ser. Es la destrucción del Ego . La muerte del Ego. Es el trago más amargo que vas a repudiar hasta más no poder. Sentirás un vacío en el pecho, y tendrás problemas estomacales, pues como el gran Saturno estás devorando algo de tu ser, algo como tu propio hijo. Pero esto es más grave y denso aun, pues te estás devorando a tu Ego, lo que está más arriba de tu propio ser. Llegará en cualquier momento, y no podrás estar preparado, solo tienes que ser fuerte. Sentirás ese hueco en el pecho, (que no es en el corazón) en ...

Regreso del exilio

Regreso del exilio Y bueno, aquí estoy de nuevo, continuando con mis ganas de escribir desde los catorce años. Ya sea de una manera intermitente o no, ahora es el momento. Ha pasado de todo, no pensé que la vida fuera tan volátil, tan frágil y dura a la vez. De igual manera que la lluvia en la ciudad de Bogotá, han llegado y se han ido personas de mi vida. Algunas con más intensidad que otras, dejando más huella que otras. Han influido muchísimo en mí, no lo puedo negar, pero también ha sido algo malo; me ha mantenido alejado de esto. De escribir. De las letras. Y no, no debe ser así. Todo este tiempo he acumulado tanto, pero tanto dentro de mí, que es dañino. Me genera aversión. he debido saciar esa necesidad de escribir tan pronto la sentía. Eso explica mi asqueroso insomnio, o el no poder tener la pierna quieta al estar sentado. Es algo que necesito expulsar de mí, no puedo medirlo. (aunque si pude cohibirme de ello y me fue mal.) Ya no puedo huir. Aquí es...